MENDOZA.– A pesar de los vaivenes de la macroeconomía, esta provincia no deja de levantar la copa de vino: se consolida como uno de los destinos turísticos preferidos durante los 365 días del año.
Por eso, en las puertas de Semana Santa ya aparece entre los sitios más demandados de la Argentina.
De hecho, el crecimiento en la oferta hotelera y gastronómica le permite posicionarse cada vez más; al tiempo que le abre el camino a otras jurisdicciones.
Es que hay un elemento extra, diferenciador, que, curiosamente, empieza a replicarse en otros sitios: cada vez más bodegas se abren al turismo en todo el país..